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ATLANTE, F. C.: 108 AÑOS DE HISTORIA FUTBOLÍSTICA


Rafael Urista de Hoyos / Cronista

(Primera parte)

 El glorioso equipo de futbol Atlante nace oficialmente el 18 de abril de 1916 en los llanos de la colonia Condesa del Distrito, D. F. con un grupo de jóvenes capitaneados por Refugio Ramírez “El vaquero”, concretamente en la calle Sinaloa.

  También en La Condesa se encontraban las instalaciones del Centro Deportivo Español y del club Germania, en esta zona de la ciudad los jóvenes encontraban el ambiente adecuado para practicar su deporte favorito: el futbol.

  El equipo formado por El Vaquero y su hermano Trinidad adoptó en principio el nombre de “Sinaloa” en referencia a la calle de la Colonia Condesa donde vivían los jóvenes fundadores del equipo de los que recordamos a Luis y Agustín Pérez, “El Pata Dura” Rojas, Cosme Pérez “El Compadre”, Constantino y Juan Estofian, Guadalupe Hernández “El Ciego”, Daniel Oliva “El Abogado”, y José Luis Romero;  el equipo se iba formando y nuevos miembros se anexaban, como Gregorio Hernández “El Iracheta”, Alfonso Gutiérrez “El Zapata”, Antonio García “El Black” y José Corona.

  A mediados de 1917 el equipo cambia de nombre “Sinaloa” desaparece y surge “Lusitania”, en recuerdo del vapor hundido por los alemanes al inicio de la Primera Guerra Mundial, con este nombre se enfrentaron al “Condesa” manejado por Genaro Almazán, y a otros equipos que esporádicamente llegaban a los llanos de la colonia, en esta época tenían un solo balón que había que inflar a fuerza de pulmón.

  Pero como el éxito que esperaban no les llegó bajo el nombre de “Lusitania”, optaron por otro cambio el “U-53 evocación del submarino alemán que cruzó el Atlántico para entregar el pliego de rendición de los ejércitos del Kaiser.

  El inolvidable Refugio Martínez, seguía al frente del equipo, el era el capitalista del plantel y con lo obtenido por la venta de una vaca, compró lo que había de ser el primer uniforme del Atlante; camisas a cuadros rojos y azules.

  Para estas fechas, habían intentado en vano ingresar aunque fuera en la tercera fuerza a la Federación de Futbol; pero no los admitieron por no tener sede, ni uniforme, ni zapatos, ni balones, además de la fabulosa suma de cincuenta pesos para la inscripción que no lograron juntar.

  Copiándole los colores al “Guadalajara” y al “Condesa”, crearon su primer uniforme con grandes cuadros rojos y azules; estos uniformes fueron pagados con la venta de la vaca ya mencionada y así llegó el esperado día de enfrentar a un real equipo de la liga grande: “El España” al que llegaron a derrotarlo derrochando enjundia, garra y coraje y lanzando su hombría por delante lograron pegarle a los cuadros más pintados para seguir tocándole la puerta del máximo organismo de futbol; ya para entonces el equipo había cambiado su nombre una vez más escogiendo definitivamente el de “Atlante” en referencia del mítico continente Atlántida y seleccionando los colores del equipo español Barcelona del que eran fanáticos la mayoría de sus jugadores.

  Fracasados todos los intentos del “Atlante” para ingresar a la que entonces era la Federación Central que presidía el señor Germán Stuth, se incorporaron a la liga “Spalding que se convertiría más adelante en la Liga Nacional, siendo en esta el amo y señor durante los años 1924,1925 y 1926.

  Una vez demostrada su capacidad, es admitido en la Liga Mayor y toma la dirección del equipo Alfredo Pérez Medina.  S enfrentan a varios equipos, y su desempeño y triunfos lo hacen ser admitidos en la recién constituida Federación Mexicana de Futbol para lo que tuvo que enfrentar como prueba al campeón “América” obteniendo un resonante triunfo; el primero de los muchos que vendrían, pasando los años, sobre el equipo que entonces tenía los colores azulcrema.

  Al ser admitido el Atlante en la federación con derecho a participar en el campeonato 1927-1928, el equipo se integra con la mayor parte de los elementos que venían figurando en sus filas, entre los que figuraban: Juan Carreño, Chaquetas Rosas, la Marrana Olivares, el Diente Rosas, Fernando Rojas el “Patadura”, estos jugadores serían por lo menos un lustro los héroes que las masas populares alzaban en hombros domingo a domingo, proclamándolos como los mejores.

  El Atlante debuto en la primera en el campeonato 1927-1928 y curiosamente ante el Necaxa en un partido que terminó 2 a 2, en la segunda vuelta el Atlante derrotó 3 a 2 a los necaxistas y luego 5 a 2 en el torneo 1929 que se jugó a una sola vuelta, vino el campeonato normal 1929-1930 y en la primera ronda, los azulgrana volvieron a vencer 3 a 0 y en la segunda fase empataron 2 a 2, como ven los necaxistas no podían con el Atlante.

  A partir del 24 de abril de 1932, en el marco del campeonato 1931-1932, el equipo electricista se perfilaba como el gran cuadro que sería en los treintas y por fin pudieron ganar 2 a 1, nada hacía pensar que la “jettatura” existiera como no fuera al revés, sobre todo porque en la segunda vuelta, empataron 3 a 3 y terminaron empatados en puntos en el primer lugar del torneo por lo que jugaron una serie de tres partidos.  Atlante se corona campeón  venciendo 3 a 2 y 1 a 0 en los dos primeros juegos de la serie, todavía en febrero de 1933, los flamantes campeones azulgrana, golearon 4 a 1 a un Necaxa que ya tenía la base de los “once hermanos”.

  Así que vean como es el futbol, 6 triunfos atlantistas, 1 necaxista y 4 empates en 11 partidos, pero el 4 de junio de 1933, comenzó el “mal de ojo” para el Atlante, ese día Necaxa gano ¡9 a 0!, y empiece usted a contar los triunfos y goles  necaxistas sobre el Atlante, así nacen las rivalidades en el futbol.

 

A partir de 1936 se le llamó la nueva época del Atlante, crecía la popularidad de los llamados “Morenos” debido a su desempeño.  Sin embargo, y a causa de viejos pleitos entre los organismos rectores del futbol, los equipos capitalinos se vieron inmersos en profundas dificultades económicas y el Atlante no fue la excepción, pero para su buena fortuna la entrada del coronel José Manuel Núñez y del ingeniero Guillermo Aguilar Álvarez como nuevos directivos del Atlante pudo sobrevivir a la debacle económica.

  En la dupla de los años 1938-1939 llega un favorable despegue para algunos equipos capitalinos, entre ellos el Atlante, que además de contar con los nacionales Raúl Estrada, Carlos Laviada, “Calavera” Ávila, “Caballo” Mendoza, notables jugadores todos ellos, se ven reforzadas sus líneas con el internacional español Martín Vantolrra y con el costarricense Antonio Hutt.

  Fue en el México de la era bélica de los primeros cinco años de la década de los 40 cuando el Atlante pasa lista de presente entre las potencias del futbol nacional, y además surge todo un fenómeno de humilde atracción, un verdadero ídolo aclamado en todas las tribunas mexicanas, su nombre Horacio Casarin; el magnetismo y carisma de Casarin, penetró en el corazón del pueblo, el corría, construía y metía goles.

  Sería 1940-1941 una temporada gloriosa para los colores azulgrana, al conquistar por segunda ocasión el título de campeón de liga.  En la siguiente temporada, 1941-1942 gana su primer título de Copa México y en el encuentro de campeón de campeones enfrentó al poderoso España, y los prietitos se impusieron conquistando el título,

  CAMPEONATO 1942 – 1943 = Este fue el primer campeonato de clase profesional, pues el profesionalismo mas o menos disfrazado de algunos equipos descorre el velo pues se integran jugadores españoles importantes al futbol mexicano, todos ellos profesionales en su país y la mayor parte de ellos con etiqueta de seleccionados nacionales; esto sería factor decisivo para que los dirigentes del futbol nacional admitieran la realidad. 

  Para este campeonato, el primero dentro del profesionalismo, el Atlante estaría peleando la punta con el equipo Marte de Cuernavaca, Mor., que era dirigido por dos grandes: el Pirata Fuente y el Che Gómez quienes guiaron al modesto Marte al título 1942 – 1943, al hacerle dos goles al América en su último juego del calendario, así superaría al Atlante por solamente 1 punto de diferencia, ya que éste, al empatar con el España a tres goles, dejaría que el Marte se coronara campeón.

  En mayo de 1943 arrancó la Copa México y con ella el profesionalismo, al Atlante le correspondía el grupo dos, junto con el España, el Moctezuma y dos recién llegados.  El equipo A. D. O. sorprendió eliminando al América 3 a 2 en el Parque Asturias, Atlante eliminó al Guadalajara 6 a 1, anotando Martín Vantolrra cuatro goles.  Una semana más tarde se jugaría la final Atlante – Moctezuma de Orizaba, y el Atlante se quedaría con las ganas de repetir en la Copa ya que el torneo se lo llevaría el Moctezuma quien ganaría al Atlante por 2 a 1.

 CAMPEONATO 1943 -1944 = En el Atlante tenían la esperanza de poder hacer un papel importante, considerando lo que había pasado en la Copa, pero todos los equipos se reforzaron importando jugadores, además el problema de los bajos sueldos en el Atlante provocó que el Guadalajara le hiciera una tentadora oferta al “Peluche” Ramos pero pese a ello se arreglo con el Atlante a última hora, Fernando “El Gavilán” García, quería irse al España y Asturias, y Martín Vantolrrá al Asturias, pero finalmente no pasó nada, probablemente eso influyó mucho en el pobre desempeño que tuvo el Atlante en el torneo 1943 -1944, que comenzó perdiendo por goleada 4 a 1 ante el Guadalajara, y no ganó un solo partido de los primeros siete, sólo empató cuatro y perdió tres, ya se imaginarán los corajes del entrenador Luis Grocz y el mal humor del general Núñez, en esta temporada terminarían en cuarto lugar de diez, y como campeón quedaría el Asturias.  En el torneo de Copa de 1944 Atlante llegaría a la final perdiendo con el España que por entonces era un “señor equipo”.

CAMPEONATO 1944 – 1945 = El general Núñez echó mano a la chequera y armó un equipo poderoso, a el grupo que ya estaba, se agregaron el “Tico” Rafael Meza (líder goleador en 1942), Ángel Segura “Angelillo”, Mateo Nicolau y Roberto Scarone que procedían del América.  Con este equipo, Atlante impuso el récord de más goles en una temporada:  121 goles en 30 partidos… ¡más de cuatro goles por juego! Que es además récord del futbol latinoamericano que persiste hasta ahora.

  Lo curioso es que el Atlante tuvo una primera vuelta mediocre, ganando sólo 8 partidos, empatando dos y perdiendo cinco.  Para la segunda vuelta, ganando 24 de los treinta puntos disputados, quedando abajo del líder y campeón de este torneo, el Veracruz por la diferencia de sólo tres puntos.  Fue un campeonato de récords, Veracruz impondría un marcador de 14 a 0 que hasta hoy persiste en el futbol mexicano, otro récord es el de Isidro Lángara quien hizo 40 goles y esta marca también persiste en el futbol mexicano.  En el torneo de Copa 1946 el Atlante también llegaría a la final, pero la perdería en el Parque Asturias por 5 a 4 en tiempos suplementarios, con los rojinegros del Atlas.

CAMPEONATO 1946 – 1947.  Desde el partido inaugural, celebrado en Puebla, el  Atlante fue marcado favorito para llevarse el título de Campeón de este torneo.  En este partido (Atlante-Puebla) la batalla tuvo color azulgrana gracias a una gran actuación de Horacio Casarín y Martín Vantolrrá y a una infortunada lesión del guardameta poblano, Contreras, cuando los poblanos ganaban por 2 a 0, el marcador final fue de 5 a 3 a favor de los “Prietitos” del Atlante.

  Así se iniciaba una larga campaña de 28 juegos (participò un equipo menos que en el campeonato anterior) coronándose al cabo de ellos, con un hecho singular: nunca perdió el primer lugar, sufrió tropiezos, Descalabros, broncas; tuvo que sudar en serio la camiseta, se vio--- en ocasiones --- desangelado; empató o perdió cuando debió alzarse con el triunfo, pero al terminar la campaña, con el empate a cero con el León, los atlantistas se llevaron con justicia el trofeo que los acreditaba como campeones de liga.

  Los “Panzas Verdes” del León lloraron y lamentaron amargamente el empate, pues un triunfo les habría dado a ellos el título, pero lo cierto fue que el resultado fue fiel reflejo de lo que sucedió en la cancha del Estadio Olímpico de la ciudad de los deportes, en una guerra futbolística en la que no se dio ni se pidió cuartel. Por otra parte, hecho digno de mencionarse, fue la estupenda entrada que registró el encuentro: ¡48, 622! Personas con boleto pagado; mismas que al concluir el juego aplaudieron a los contendientes con entusiasmo por el grandioso juego que les ofrecieron.

  No sólo para confirmar el dicho popular: “el que persevera alcanza”, los morenos del Atlante volvieron a luchar como los buenos entre los mejores, para alcanzar nada menos que la victoria y el triunfo final, ahora si, ¡por fin! Después de varias campañas en que sólo pudieron ser “casi” los mejores, se impusieron desde el principio y vencieron. 

  Con una defensa de lujo, compuesta por: Blasco, “potrillo” Villavicencio, Medina y “Peluche” Ramos;  una media sólida con Arizmendi, Scarone y “Margarita” Gutiérrez, el ataque implacable con Vantolrrá, Fello Mendoza, Horacio Casarín,Angelillo y Nicolau, todos ellos comandados por Luis Grocz.  El Atlante vive por primera vez en la época profesional, la gloria de la cima, pues campeón en la temporada 1946 – 1947.  

 

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