Paúl Garza Rodríguez / Reportero /
Zaragoza, Coahuila.- Un personaje que ha hecho de todo, su amplia trayectoria, le ha permitido incursionar en el cine con Luis Aguilar y Roberto Cañedo, es compositor y cantante, vive de la artesanía, la alfarería y de los dulces regionales, y a sus 78 años bien vividos, sigue creando y compartiendo su arte.
En esta entrevista nos cuenta cómo ha logrado desarrollar con ahínco sus habilidades, su vocación, su talento y todo lo que se ha propuesto, y su deseo de compartir su legado en vida antes emprender el viaje sin retorno.
Desde niño, don Tereso Delgado Vázquez sintió la pasión por el arte en sus diversas manifestaciones. Nacido en Guanajuato, Guanajuato, hace 78 años, participó como extra en películas de Luis Aguilar y Roberto Cañedo, se dedicó a la alfarería, la dulcería, la composición musical, el canto y la producción, dirección y actuación de cine.
Con la amabilidad que le caracteriza accedió a la entrevista para este portal de noticias digital, nos cuenta su trayectoria y sus proyectos actuales y futuros.
DE GUANAJUATO A COAHUILA. Don Tereso recuerda con nostalgia a su querido Guanajuato, que en su niñez tuvo la oportunidad de acercarse al mundo del cine.
“Desde niño muy jovencito participé al lado del actor Luis Aguilar de extra en la película ´Juan Sin Miedo´, así como en la película ´El Viejo Guanajuato´, con Roberto Cañedo”, narra.
Sin embargo, la vida lo llevó a emigrar a tierras de Coahuila, donde buscó nuevas oportunidades. “Pasaron los años y ya de joven emigré a tierras de Coahuila, donde me quedó el deseo de incursionar en el Séptimo Arte y desde luego ser alguien en la vida”, afirma.
COMPOSITOR POR INSPIRACIÓN Y CANTANTE POR NECESIDAD. En Coahuila, don Tereso se interesó por la composición de canciones, una actividad que le ha dado muchas satisfacciones “Primero estuve en Saltillo, luego me vine a Nueva Rosita y aquí fue donde realmente empezó todo: escribí canciones que fueron interpretados por cantantes y conjuntos gruperos como Taurus de Monterrey, Juan Valentín, Adrián Villa, Tito Valle, entre otros”, cuenta.
Algunas de sus composiciones mas conocidas son “La Mujer que yo perdí”, “El amor de mi vida” y “Te quiero tanto”.
No recuerda el número de composiciones en su repertorio, pero revela que en este campo de la interpretación encontró dificultades, negativas y cierre de puertas en algunas disqueras para grabar sus temas, y por ese motivo decidió lanzarse como cantante de sus propias canciones.
“Tomé esta decisión porque es difícil andar tocando puertas y que nadie me haga caso, y dije pues me voy a aventar como cantante”, explica. Su voz se escuchó gracias al apoyo de las radiodifusoras locales de la carbonífera y del norte, contando con la buena aceptación del público.
EL CINE, POR INSPIRACIÓN Y DEDICACIÓN. La pasión por el cine nunca se apagó en don Tereso, quien a los 39 años se atrevió a producir su primera película, titulada: “Ellos Eran Hermanos”. Esta historia la escribió, la dirigió y también actuó, recuerdo con orgullo.
Desde entonces ha producido más películas entre las que destacan “Como una vida equivocada”, “El Conde se Esconde”, “Los Dos Sinverguenzas” y “La Muerte del Periodista”.
La temática de sus películas es de corte popular, con la finalidad de entretener y reflejar la realidad social.
“Me gusta hacer cine con mensaje, que la gente se identifique y se divierta”, comenta al reportero.
Su trabajo ha sido reconocido por los propios artistas locales y de la región por su ímpetu y su esfuerzo que ha realizado de manera independiente.
ES ARTESANO, ALFARERO Y MAESTRO DE DULCES REGIONALES. Don Tereso no solo es un artista de la pantalla y el escenario, sino también de las manos. Desde hace 60 año, se dedica a la alfarería y la dulcería, oficios que aprendió de familia y que ahora combina con su carrera cinematográfica,
“Me gusta trabajar el barro, hacer ollas, macetas, figuras; también me gusta hacer dulces regionales, como las palanquetas de cacahuate, la pulpa de tamarindo, coco con leche, dulces de higo, de calabaza, que son del gusto de la gente”.
Año con año, cada Diciembre, don Tereso visita la tierra de las Mujeres Hermosas y los Hombres Trabajadores, donde ofrece sus artesanías y dulces a la gente, que lo ha adoptado como un querido zaragocense.
“Aquí en Zaragoza siempre he sido bien recibido, la gente me busca por los dulces que disfrutan con delicia”, dice.
Otra cosa, don Tereso tiene la filosofía de compartir sus conocimientos con quien quiera aprender de ellos. Por ello imparte cursos para elaboración de los dulces regionales aquí en Zaragoza y en los diferentes ejidos donde lo inviten.
“Yo no quiero llevarme nada hacia donde todos tenemos que ir algún día, por eso quiero enseñar y me da mucho gusto que la gente le interesa aprender de estos productos”, nos comenta.
NUEVO PROYECTO CINEMATOGRÁFICO EN ZARAGOZA. Don Tereso no se conforma con lo que ha hecho, siempre está buscando nuevos retos. Su proyecto actual se basa en una película que se llama: “Emigrantes: No Quiero Regresar”, que trata sobre la problemática de la migración.
“Es una expresión de los emigrantes que vienen y no quieren regresar a sus lugares de origen, porque tienen sus razones y buscan una mejor calidad de vida, pero muchas veces no sabemos los problemas que tienen en sus lugares de origen, la pobreza, la violencia, la falta de oportunidades de empleo o para salir adelante, los empuja a la emigración, y por eso lo abordo en esta película”, explica.
Varias escenas fueron grabadas en Zaragoza, con la participación de personas, grupos de estudiantes, trabajadores, conocidos, amigos e invitados al azar de esta localidad. Además, es el deseo de don Tereso mostrar el terruño de Zaragoza, su cultura, su belleza, su historia, su gente, sus tradiciones.
“Incluso, sabemos que en Zaragoza vivieron los apaches, fue tierra de apaches, incluso fue paso de los kikapoos, pero fueron los apaches los que se quedaron a vivir, y se dice que aquí están los restos del famoso y legendario Gerónimo, en algún lugar Zaragoza”, dice don Tereso, lo cual sería un tema para una película.
En la película que produce, pone especial atención al viacrucis que tienen que vivir los emigrantes al sortear los retenes y otros peligros, por lo que se escabullen entre el monte y la serranía a su paso por esta tierra, con tal de evadir los controles de seguridad.
“Y aquí viene una de las partes mas interesantes de la película, en este recorrido por el monte y la serranía, al grupo de emigrantes se les aparece el fantasma de un indio apache que celosamente cuida del territorio, y no quiero revelar mas detalles para no arruinar el contenido hasta que esté terminada la película”, hace saber.
Faltan por filmarse más escenas, incluso se filmará parte del recorrido de los emigrantes en Monclova por donde también se vienen caminando y finalmente se espera terminar las últimas tomas en Nueva Rosita.
En todo este proyecto, cabe destacar la participación del hijo don Tereso, Fernando Delgado Carrera, quien es el encargado de la edición, la fotografía, la cámara y también la actuación.
“La hacemos y participamos nosotros mismos porque no tenemos recursos para contratar, lo hacemos pobremente con los medios al alcance, gracias al apoyo de amigos, particulares y medios de comunicación que se han sumado a participar, gracias también a las facilidades de las autoridades en este tramo aquí en Zaragoza, pero sobre todo por el apoyo moral de la gente querida y buena de Zaragoza”, nos dice don Tereso.
MAS CINE PARA ZARAGOZA, ADELANTA DON TERESO. Para cerrar con broche de oro la entrevista, don Tereso nos adelantó la primicia de que su siguiente proyecto para Zaragoza será la producción de una película que llamará “Pistoleros Indomables”, un western que promete mucha acción y aventura.
Sin embargo, no quiso dar más detalles hasta que vaya agarrando forma la narrativa de esta historia.
Ya para finalizar la plática, dejó entrever que seguirá haciendo cine con mucho entusiasmo y dedicación, se siente feliz por hacer lo que le gusta, pero sobre todo compartir su arte con la gente, tratar de dejar un legado a la posteridad y no piensa retirarse, sino seguir trabajando hasta que el Creador lo llame.
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